10 jul 2020

Domingo Ordoñana: cuando la estancia se hace empresa

En el departamento de Soriano, tomando la ruta 21 que une Nueva Palmira con Dolores, a pocos kilómetros después de salir de Nueva Palmira a mano izquierda nos encontramos con el camino que nos lleva a la “Estancia Ordoñana”, originalmente "Casa Blanca". Estancia que perteneció a Domingo Ordoñana (1820-1897), que vivió allí a mediados del siglo XIX.
Si bien la casa no tiene el esplendor que vivió en su momento, representa un clásico casco de estancia de mediados del siglo XIX, y también la impronta del personaje que en ella habitó. Esa casa llamada originalmente “Casa Blanca” fue adquirida como estancia en el año 1856 por Don Domingo Ordoñana. Se trata de un hombre vasco, que llegó a Montevideo en el año 1842 con apenas 13 años. Venía detrás de un pariente que lo había convencido de seguirlo. Durante la Guerra Grande fue alistado para luchar en el ejército de la defensa, desertó y se paso a las filas de Oribe. Fue herido en combate tempranamente y tuvo una larga convalecencia en la cual actuó ayudando a los médicos en los hospitales de campaña. Terminó siendo asistente de enfermero y apenas firmada la paz de octubre se trasladó a Buenos Aires y se recibió de médico.

Volvió a nuestro país en el año 1860, ya había comprado por entonces este establecimiento, para instalarse allí con su señora Alejandrina de la Sierra. Y fue en este lugar, una vez que decidió no ejercer su carrera de medicina, sino que se dedicó a todo lo que tenía que ver con el mejoramiento: la refinación del ganado, la aclimatación de nuevas especies vegetales, la plantación intensiva de árboles parte de los cuales se ven todavía alrededor de su estancia, que luego además propagó con folletos que repartían por todo el país. Este rico estanciero fue fundador de A.R.U. (Asociación Rural del Uruguay) que tenía como principal fin defender los intereses del sector agro exportador  y obtuvo el nombramiento de secretario perpetuo de la misma. Participó en la redacción del Código Rural uruguayo en el año 1875 y por lo tanto fue colaborador del militarismo especialmente del gobierno de Lorenzo Latorre. Realizó muchos estudios y publicó sus ideas sobre la economía nacional, especialmente el rol de la ganadería. 
También tendrá su impronta en el ámbito cultural, especialmente aquel que buscaba forjar la identidad de una nación: ideó y costeó la erección del monumento conmemorativo de los Treinta y Tres, en la playa de la Agraciada. Dicho monumento, consta de una simple pirámide sobre un cubo, con estas dos inscripciones: "Aquí desembarcaron los Treinta y Tres patriotas el 19 de abril de 1825", y "Por iniciativa y expensas de Don. Domingo Ordoñana se levantó esta pirámide en 1862 y la regaló a la Nación el 19 de abril de 1864". 
En su estancia alojó a Juan Manuel Blanes cuando decidió pintar el famoso cuadro del desembarco de los Treinta y Tres Orientales,  para que durante su permanencia allí tomará bosquejos del lugar que le sirvieron para el paisaje del nombrado desembarco. 







Una de las placas que están puestas en las paredes de la Casa Blanca

Material elaborado en base a: http://www.espectaor.com/1v4_contenido.php?m=&id=184696&ipag=1 Informe de Rosario Castellanos y Emiliano Cotelo, 15 de junio de 2010.


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